Si vas a Calatayud...

... Pregunta por la Dolores.

Este dicho te lo enunciará todo el mundo (de edad ya respetable) al que le comentes algo sobre este destino.

He pernoctado varias veces en Calatayud y la primera vez que lo hice fue en el Mesón de la Dolores.

Es un hotel singular, de personalidad propia que bien merece ser disfrutado. Es relativamente barato. Creo recordar que no llega a los 40€, pero es tan intenso que prefiero decantarme por mis otras dos opciones.


El Marivella es un hotel ideal para el verano. Tiene una piscina muy interesante para disfrutarla después de la jornada de trabajo y su oferta de menú al mediodía también es muy recomendable si te pilla de paso Calatayud a la hora de comer.

Su servicio de cenas en el bar, sin usar el menú, me resultó algo justo.
 
La estancia con desayuno creo recordar que es inferior a los 55 euros.

Pero esta entrada va sobre mi estancia en el Benedictino. 

En este hotel siempre he cenado bien. Un menú de 13,5€ con botella de vino y elaboraciones con ganas de ofrecer algo que te llame la atención. Como si estuvieras en un sitio bien, pero sin llegar a ser de esos exactamente.



El restaurante del hotel es el antiguo claustro reformado.



Para esta ocasión me decanté por el saquito



y no me pude resistir a caer en la trampa de pedirme el típico cachopo asturiano cocinado en  Calatayud.




Aunque el intento se agradece, esto del cachopo es como la sidra. No sabe igual fuera de Asturias.

Rematé la faena con un tiramisú



La habitación doble individual suele estar en los 60€. Pero hay que pensar que antiguamente era un monasterio y las habitaciones son cualquier cosa menos grandes. Si la doble ya se antoja pequeña, no quieras imaginarte la individual.

No se si se aprecia en la foto, pero por ejemplo, para sentarte delante del escritorio, debes pasar la pierna por encima de la silla.



Apenas hay sitio entre la cama y la pared



Y el baño también es bastante escueto.



Apenas sentado en el retrete logras caber con lo pegado que estás a la bañera. Eso sí, hay un lugar específico para el neceser.

Finalmente, en lo referente al hotel, hay que decir que el desayuno es muy completo.

Pero hablemos de lo otro, el "running experience".

La clave está es subir al Castillo. (el nombre de Calatayud tiene que ver con algo de castillo en la montaña o algo así. Buscarlo en internet si eso).



Tal como sales del hotel, allí, en la cima de esa montaña, tras la niebla, nos espera el Castillo.

Toca callejear un poco por el pueblo, siempre buscando la ascensión. El recorrido es el siguiente


Los dos primeros km son un poco duros. De asfalto, por las cuestas del pueblo. Por la zona que parece un tanto marginal. Pero a la que llegas a la ladera del castillo aquello se empieza a disfrutar de lo más.

Puedes dar vueltas por el castillo, bordearlo e ir por detrás de las murallas. Te encuentras incluso con un circuito de motocros.


Uno va un poco inseguro porque se cree que se puede perder. Tranquilo, no lo harás. Date unas vueltas por detrás del castillo. Sube, baja, disfrútalo.

Y si eres un campeón y te van las experiencias extremas, a tu regreso al hotel te das un capricho con unos churros.



Poniéndole notas:

Aparcamiento: 7 (si no hay en la plaza, en la calle de abajo, zona azul siempre he encontrado sitio)
Recepción: 7 (correcto, agradable la zona)
Habitación: 7
Baño: 7
Cena: 9 (la calidad precio disfrute se impone)
Experiencia de sueño: 8
Desayuno: 8
Promedio Hotel: 7,7
Experiencia Running: 8

Puntuación Hotel Running: 7,9





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