Hotel ElVilla Castejón ***
Al buscar hotel en la zona me ha aparecido el Hotel ElVilla Castejón. He visto el precio (71 euros media pensión), el tener tres estrellas y ver un par de fotos de la habitación que me parecían correctas ha resultado ser motivo suficiente para decidirme. No he caído en la cuenta de su ubicación exacta, en medio de la N-232 a la altura de Castejón (Navarra).
Llego a las 19:20 y me doy cuenta que realmente no hay nada alrededor, sólo la Nacional.
En el parking del hotel un montón de camiones y de espacio para aparcar. Siempre se ha dicho que donde hay muchos camiones es buen sitio para comer. En la fachada veo varios carteles: jardín, karting, sala de juegos, cafetería 24h, restaurante buffet. Me parece una mezcla de propuestas intrigante.
Cojo mis bártulos del coche y entro a la recepción. Una señorita me atiende muy correctamente. Al dar los datos de la empresa me dice que ya está fichada. Eso significa que algún compañero pernoctó anteriormente.
La habitación está bien. Se ve limpia, una gran cama. Cierto aire de modernidad. La mesa donde poner el portátil y enviar los últimos correos de la jornada es un poco corta, pero funcional.
La wifi va bien. Mato un mosquito.
Decido por fin salir a trotar antes de cenar, por eso de hacer hueco y reconocer el entorno. Me calzo mis zapatillas de trail, que son las que me había traído conmigo pensando que acabaría en zona rural. Pero cuando salgo del hotel veo que no hay camino claro por donde salir a correr. Sí que hay, tras la gasolinera vieja, un camino. Lo tomo. Está asfaltado y me da cierta rabia que no hubiera cogido las brooks trascend. A los 600 m llego a una gravera. En frente un caserón derruido, son las 20:30 y oscurece rápidamente, que por eso hoy se inicia el otoño.
Seamos serios, no hay camino interesante aparente, se pone oscuro, vas solo y nadie sabe donde estás. Lo más sensato es abortar y volverse al hotel.
La cena es de buffet. No soy muy amante de los buffets. Cuando era joven me hacía gracia porque me ponía las botas. Ahora uno tiene una edad y no se puede hacer el ansia. No entra la bebida, excepto un agua de 0,33 l. Me cobran casi 4 euros por dos copas de vino blanco. No me convence la propuesta, pero es que no hay nada más aquí en la nacional y ya tenía la media pensión pagada.
Con una fuerte filosofía de transmitir seguridad contra el covid, cada plato lo dejan empaquetado en plástico. Me parece un tanto exagerado la generación de residuos.
La cama es ancha pero corta. No consigo conciliar el sueño hasta altas horas. He pasado algo de calor y no quería dormir con el aire acondicionado puesto.
El desayuno nuevamente es de buffet. Se le quema el Sandwich al camarero. Los cruasanes entran bien, así como el zumo exprimido de naranja. La máquina automática para hacer el café es supermoderna y con un cartelito que leí demasiado tarde, donde se indicaba que no era necesario tocar el icono para que se hiciera el café, que la máquina era covid-free y detectaba el dedo antes de tocar la pantalla.
En resumidas cuentas, por ponerle una puntuación a diferentes conceptos que he considerado destacables:
- Aparcamiento: 10
- Recepción: 7
- Habitación: 6
- Baño: 6
- Cena: 5
- Experiencia de sueño: 4
- Desayuno: 7
Experiencia Running: 1
Puntuación DeHotelRunning: 3,71
Muy original, me suscribo ya! Espero encontrar el Hotel running perfecto!
ResponderEliminarMuy original, me suscribo ya! Espero encontrar el Hotel running perfecto!
ResponderEliminar