El Castillo de Ateca**
Ateca puede que te sonará por el modelo de Seat. Mi padre lo conocía por su chocolate.
Hace una década fabricaban aquí los huesitos y otras delicias. Una empresa compró la fábrica y acabó cerrándola.
Esto es lo que me contó Toñin, el responsable del hotel Castillo de Ateca, la semana pasada, cuando me alojé por primera vez.
Y lo corono y las vistas bien merecen la pena el esfuerzo.
Me vuelvo al hotel. Han sido 10 km muy bien llevados y recorridos con mucho gusto a pesar de los temores.
El hotel está camuflado entre las dos torres mudéjar que dominan el pueblo. Es una bonita visión.
Toñin es un personaje entrañable. Muy cercano y familiar. Sin duda, un valor añadido a la estancia en el hotel.
Esta entrada va a ser un tanto extraña, en tanto que mezclará dos estancias.
Tras mi primera estancia recibí un correo con un cuestionario de satisfacción. Le puse casi todo 9's y en los comentarios escribí que me hubiera gustado que me dejara en la cena, la cual fue excelente, una botella de vino en lugar de servirme a copas.
Al día siguiente recibí la llamada de Toñin interesado por mis observaciones.
Ese interés que me muestra Toñin me anima a que hoy decida repetir estancia. Además hoy voy con tiempo para salir a hacer mi running de turno.
Llamo a Toñin al final de mi jornada y le pregunto si me recibe. Hoy tiene cerrado el hotel, pero me aloja sin ningún problema.
Al llegar al pueblo, la calle de acceso al hotel está cortada. Llamo al teléfono de contacto y lo coge la mujer de Toñin, quien me da alegremente las indicaciones para llegar sin problemas.
Tras dejar los bártulos le pregunto por un destino para salir a trotar. Discutimos un itinerario y me pongo con ello.
Los dos primeros km son desalentadores. Subida de asfalto que llevan hasta la escombrera municipal. Al llegar a la ermita de san gregorio se deja el asfalto para descender por un camino de piedras otro km.
Va mejorando el recorrido.
Se coge un camino de piedras que desciende. Barranco pone google maps. Yo lo llamaría riera seca.
Mientras desciendo oigo ruidos raros en los matorrales que me rodean. Mi cerebro se monta películas y me hago caquita. Acelero.
El camino me lleva de regreso al pueblo y veo una segunda ermita en lo alto de un cerro. Voy para allí.
El hotel por dentro es bien bonito, con una terraza de interior. La habitación es muy acogedora, quizás un poco fresca. Pero se soluciona fácil con la bomba de calor. La ducha, eso si, es un poco estrecha. Si eres voluminoso lo pasarás mal. La cortina húmeda te tocará la espalda y ya sabes la sensación que eso deja, aunque ésta tiene una textura que no da grima especialmente.
La habitación me recuerda a casa rural "high level".
La señora aun no ha vuelto a las 21:00, pero hoy es un día raro. Le pregunto a Toñin por un sitio donde cenar, a mi pesar. La semana pasada cené tan bien y me hablaron tan bien del pastel de chocolate que hoy me quedo con las ganas. Me recomienda el bodegón.
Allí ceno una ensalada, un plato de lomo. Cuajada Hacendado o similar y chupito de hierbas.12 euros.
Al regresar al hotel pillo a la familia felizmente cenando. Les doy un respiro para que acaben y más tarde bajo a saldar cuentas. La habitación, solo alojamiento, por 46 euros.
Duermo con intermitencias, poniendo y quitando la bomba de aire caliente. La cama es amplia y cómoda.
Esta vez voy con prisa y no desayuno. La anterior vez me ofrecieron de todo, destacando los bizcochos caseros.
Salgo como si saliera de casa, dejando la llave en ese sitio secreto que solo ellos y yo conocemos.
Como conclusión aquí van mis puntuaciones
- Aparcamiento: 10
- Recepción: 10
- Habitación: 7
- Baño: 6
- Cena: 6,5 (sacando promedio de las dos estancias)
- Experiencia de sueño: 6
- Desayuno: 7
Experiencia Running: 7
Puntuación DeHotelRunning: 7,3
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