Hotel Torre Monreal***

 Son muchos los hoteles donde me he alojado en Tudela, y son todos de calidades bastante parecidas.

La primera vez que fui a Tudela me alojé en el Santa María. Me pareció bastante viejuno y no me quedé con un buen recuerdo.

He probado el Sercotel  un par de veces y este es una buena opción.

He probado el Bed4U pero no me acabó de convencer por la falta de propuesta de cena.

En esta entrada voy a hablar sobre el Torre Monreal. Otro hotel de 3 estrellas, cercano al centro. Lo reabrieron justo antes de la pandemia. 58 euros con desayuno incluido.

Las dos veces que he ido a este hotel he aparcado bastante fácilmente en la calle. Desconozco si hay opción de parking.

Para acceder a recepción hay una doble puerta que se abre o bien con la llave del hotel o bien porque coincide que te ve la persona de recepción, si es que está en recepción. En caso de no estarlo, toca llamar a un teléfono indicado en un cartel enganchado a la puerta.

La recepción es muy simple. Una máquina de vending y un ascensor para subir a las habitaciones.

La amable señora de recepción me informa que el desayuno lo sirven en un bar a 15 metros del hotel y que allí también dan cenas.

Al contrario que el Exe Delicias, este hotel destaca por la amplitud de sus habitaciones.


Aquí te sobra habitación por todas partes. Tiene pasillo largo y espacio de sobra a los lados de la cama.


El baño también es grande. Incluso demasiado. Lástima de la cortina en la bañera. Puede que sea por la iluminación del baño, que no haga justicia a la bañera, pero creo que  me bañaré con las chancletas puestas.


He llegado tarde, justo para salir a cenar. El Bar Buenos Aires, el sitio del desayuno, no parece el sitio apropiado para cenar. Así que voy en busca de un restaurante donde he ido un par de veces a cenar, pero está cerrado. Me doy una vuelta y tampoco veo mucho donde elegir. Entre la hora y la pandemia el tema se complica.

Al final me decido por el gastrobar de temporada. Por unos 35 euros como una justa ensalada de rape tibia y un tataki de atún, acompañado de unas copitas de vino blanco y rematado con una torrija de postre.

Para dormir no he tenido problema alguno. Quizás alguien friolero pudiera verse obligado a poner la calefacción forzada, con el ruido que eso conllevaría y no le acabaría de convencer la solución.

Al día siguiente voy con algo de tiempo y puedo salir a correr. Todavía no había tenido ocasión de correr por Tudela, a pesar de las múltiples ocasiones en las que he pernoctado allí.

Decido ir por el casco antiguo y subir hasta el Cristo que gobierna la población. Me paseo por la catedral, recorro algunas callejuelas adoquinadas, subo por el cerro hasta el Cristo.



Pero no da más de si. En apenas 5 km ya he recorrido lo que parecía más interesante.



Tras la ducha con chanclas voy a desayunar al Buenos Aires. Un Sándwich vegetal, croissant, zumo y café con leche por 8 euros, es el cierre para una estancia en Tudela sin grandes acontecimientos.

Las puntuaciones son las siguientes:

Aparcamiento: 6,5

Recepción: 6,5

Habitación: 7

Baño: 6,5

Cena: 7,5

Experiencia Sueño: 7,5

Desayuno: 7

Promedio Hotel: 6,9

Experiencia Running: 5,5

Puntuación HotelRunning: 6,2

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