Hotel Palacios*** en Alfaro

Me ha tocado de nuevo hacer noche en la zona de Castejón (Navarra). Si recordáis la primera entrada del blog, me salió un poco rana mi experiencia hotelrunning.  El hotel estaba apartado, la comida toda empaquetada y no había por donde salir a correr.

Esta vez tocaba buscar alternativa y la mejor opción que me parecía era el Hotel Palacios*** en Alfaro. La habitación individual con cama grande y desayuno incluido estaba ofertada a 47 euros.

El hotel está bastante bien situado, de fácil acceso desde cualquiera de las carreteras que rodean Alfaro.  Al llegar al hotel me alegro de ver que tiene una zona exterior habilitada para aparcar con muchas plazas. No hay problema en aparcar cerca de la entrada del hotel. También me llama la atención un cartel que informa que el restaurante del hotel ofrece una doble propuesta gastronómica, una a modo de pinchos Lizarran y otra a modo de cantina mexicana.

Entro al hotel con cierta preocupación por como solventaré la cena. 

En recepción me comentan que me dan una habitación algo más grande de la que yo había reservado. La 309, para ser exactos. Al preguntar a la recepcionista sobre las posibilidades de cenar y las restricciones sanitarias vigentes en la Rioja me informa que en el restaurante del hotel, a parte de los pinchos y la comida mexicana, también ofrecen hamburguesas, platos combinados, pizzas y menú del día.

Subo a la habitación y veo que es bastante grande. Pasillo grande, cama grande, baño grande. Tiene un bonito dibujo en la pared de la cama, acorde a la Rioja.




Entro un poco en calor gracias a las dos bombas de calefacción que hay en la habitación. Se me antojan algo ruidosas y no me gustará ir a dormir con los chismes encendidos. Dejo ese problema para más tarde y bajo al restaurante en busca de mi cena.

Está lleno. La camarera me dice que debo esperar una media hora a que se libere alguna mesa. Decido entonces que es un buen momento para darme un paseo por el pueblo, para estirar las piernas, después de la jornada de km en coche de hoy.

El paseo es breve, entre el frescor de la calle, que todo está cerrado y que no me voy a ir todo solo de tapeo, no tiene mucho sentido el dar vueltas. Miro, eso sí, de acercarme por lo menos a la plaza del ayuntamiento y a la iglesia principal, la Colegiata de San Miguel Arcangel. El otro interés que tengo por el paseo es ver por donde transcurre el Camino de Santiago por Alfaro. Voy con la idea de mañana salir a trotar por el.

Vuelvo para cenar. Al final me decanto por el menú del día. Por 12 euros. Unos espaguetis al aijllo, un lomo a la plancha, un puding y botellita de vino peleón. Peleón en todos los sentidos, porque la camarera se olvidó de servírmelo en un principio y cuando se lo reclamé, pasado ya medio plato de espaguetis, me ladró diciendo que tenía mucho trabajo y no daba para más.

Ya de nuevo en la habitación hago un poco de trabajo. Veo algún capítulo de la serie de turno aprovechando que la conexión es decente y finalmente me decido a ir a dormir. 

Llega el momento de apagar la calefacción. Veo que hay un solo mando para los dos aparatos. El mando está metido en una bolsa de plástico, por eso de las medidas sanitarias. Inspecciono el mando pero no veo ninguna marca de on/off. Le dedico un buen rato a tocar botones, ninguno me hace caso. Hasta el punto que casi doy por perdida la batalla. Al final me digo que lo sensato es que fuera el botón grande de en medio, y así es. Consigo apagarlos. 

Realmente en la foto si que se ve un símbolo de "power" en el botón. En directo os digo yo que no veía nada.



Al no funcionar las bombas de calor no se oye ningún ruido, pero hace frío. La colcha es algo ligera. Suerte que me he traído una mantita de viaje, por si las moscas. La cama es espaciosa, el tacto de las sábanas no es desagradable. Si no fuera por el frío ligero se dormiría bastante mejor.

Y llega la mañana. A las 8:02 saldrá el sol. Salgo a trotar a las 7:45 siguiendo las indicaciones del Camino de Santiago. 

Vaya castaña de itinerario me he buscado. 4 km de ida siguiendo la nacional en paralelo por polígonos y otros 4 de vuelta. La única gracia del camino era seguir las flechas amarillas, y aún así alguna era falsa y me hizo ir por otro lado.



El desayuno consistió en café con leche, tortilla de patatas, rebanadas de pan tostado con jamón y queso, algo de bollería y zumo de naranja. Más que suficiente para aguantar hasta la hora de comer.

Y bueno, podría acabar aquí la entrada del blog, pero como me tuve que quedar un día más por cuestiones laborales, volví a hacer noche de nuevo.

Esta segunda noche me dieron una nueva habitación. La 105. Algo más pequeña, pero mucho más calentita. Llevaba sistema propio de calefacción.

Para cenar me pedí 6 tacos Mexicanos con su cerveza mexicana por 22 euros. Me lo como en 6 minutos haciendo el gordo y con la salsita de la cochinita pibil "regalimando" hasta el codo.

Esta noche duermo bien y calentito.

Para la salida matutina tomo una nueva ruta. Voy hacia el parque de Los Sotos del Ebro. Es un parque natural a la salida de Alfaro donde el Ebro toma muchos meandros ("sotos"). En el primer km de la ruta se cruza el El rio Alhama y se sigue su contorno hasta llegar a una zona poligonera antigua del pueblo.

En ese polígono hay una fábrica de toneles y unas bodegas. Industria rústica y con cierto encanto. Al km 3 se llega al parque. No es una cosa impresionante pero si que tiene su interés. Mucho pájaro y el caudal del Ebro hacen que tenga sentido corretear por esta ruta. 


Al km 6 de ida y coincidiendo con un sendero circular que parece salido de Port Aventura, e incluso me recordó a ciertas rutas en Canadá, decido volver completando así una salida agradable de casi 10 km.



 

Así pues las puntuaciones serían estas:

Aparcamiento: 9

Recepción: 7

Habitación: 7

Baño: 7

Cena: 6

Experiencia de Sueño: 7

Desayuno: 7

Promedio Hotel: 7,1

Experiencia Running: 6,5

Puntuación Hotel: 6,8

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